Transformarse
ES POSIBLE para los fracasos…
El
hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no
derrotado.
Ernest
Hemingway
Lo que para la oruga es el fin
del mundo, en realidad es una bellísima mariposa
Lao Tse
En toda
la naturaleza, las personas, somos energía en permanente estado de
transformación, y darnos cuenta de ello implica que estamos abiertos a los
cambios.
Todo
cambio nos exige un proceso de desarrollo, del cual, a veces somos conscientes mientras
sucede, y otras, despertamos cuando ya
sucedió. Nuestra participación y conversión en protagonistas de la propia vida,
en gran medida y para muchos humanos, es impulsado por el miedo. Es un acompañante impredecible que nos puede
ayudar a crecer en cuanto nos protege y
prepara a los desafíos, o puede mantenernos estancados o bloqueados con la
esencia de lo que somos.
En el
pensar analógico del amor y el miedo, como sociedad o grupo, muchas veces
preferimos no reconocer la transformación de la psiquis humana. Y el crecimiento
mayor al que se puede alcanzar como “persona”, consiste en aceptar las
diferentes “muertes” a las que se deberá amar si se quiere llegar a sentir la
realización del SER.
“DESCUBRIR
AL SER ES UN TRABAJO CONSTANTE DEL SÍ MISMO.”
Todo
cambio es una muerte al sufrir, a la inutilidad. A veces, las personas posponemos el presente, confiados en muchas vidas y que
habrá tiempo para variar lo que nos produce malestar o incomoda. Pero nos
engañamos en la vida actual bajo el amparo del Karma.
El
despertar de la conciencia del siglo XXI nos invita a que todos los hombres,
creyentes o no creyentes, puedan reconocer su potencial espiritual, el que
nunca puede ser derrotado.
Colaborar
con otros seres humanos y contribuir a la perfección de un cuerpo con Vida que se
manifiesta esplendorosa, comprende la utilidad propia del ser individuos, que
es digna en valores por su actuación, escondida muchas más de las veces, tras
la fachada de la personalidad.
Múltiples
opciones basadas en el libre albedrío del humano común y corriente, han dado a
la época actual, las posibilidades de recorrer un camino de autenticidad.
Hay
diferentes técnicas para auto-descubrirse, apoyarse en el conocimiento sobre sí
mismo, el crecer como pertenecientes a
una raza con honestidad y sinceridad en el corazón.
Reflexión de Astrología y Libre
Albedrío (Linda Goodman)
“En la Astrología no existe el fatalismo.
Los astros nos marcan inclinaciones, pero no nos obligan. Muchas veces, la mayoría
de nosotros nos dejamos llevar a obediencia ciega por la influencia de los
planetas y por el esquema electromagnético de nuestro nacimiento, pero también
por nuestro medio, nuestra herencia y la voluntad de los que son más fuertes
que nosotros. No damos señales de percepción, ni por ende de resistencia:
nuestros horóscopos nos calzan como un guante. Movidos como peones, recorremos
el tablero de ajedrez en la partida de la vida, e incluso hay quien hace burla
de los poderes mismos que los mueven o los ignora. Pero cualquiera puede
elevarse por encima de los poderes adversos de la carta natal.
Si utiliza el libre albedrío, o el poder
del alma, cualquiera tiene la facultad para dominar sus estados de ánimo,
cambiar su carácter, controlar su ambiente y las actitudes de quienes están
próximos a él…Cuando lo hacemos, nos convertimos en los jugadores que libran la
partida, en vez de ser meros peones”.
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