Somos nosotros mismos la puerta, y también los guardianes que prohiben la entrada.
"Sabré acariciar las nuevas flores,/ porque tú me enseñaste la ternura./ No he salido de ti cuando me alejo." (Pablo Neruda)
Decía mi abuelo: "Si un hombre se aburre, descubre cómo estimularlo. Si una mujer se aburre, descubre cómo retenerla."
Morir sin querer morir es espantoso, pero más espantoso aún sería ser inmortal sin quererlo.
Ahora que cumplo 84 años comienzo por fin a saber lo que he hecho, sin saber aún quién soy.
Acéptate: si eres río ve hacia el mar.
Cuánto nos place odiar en los otros lo que ocultamos en nosotros mismos.
No quiero nada de ti, sólo te quiero a ti.
Los hombres que muestran demasiado su inteligencia son como las mujeres que muestran demasiado sus senos.
Es mejor reconocer que sólo sabes lo que puedes saber, es decir, muy poco.
Escuchando el delicado sonido de la lluvia sobre los vidrios de mi ventana, aprendo a acariciarte.
Alejandro Jodorowsky
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