A ése poeta que despierta mis sueños
de poesía,
me lo presentó Susanita,
una noche del 93.
Estaba colgado de la puerta,
la puerta de su heladera;
metidas sus frases en papel de servilleta,
era un largo rollo de papel floreado.
Manuscrito en fibra de color,
Aquél título rezaba:
“A esa hora de la noche”
Y fue dignísimo el encuentro….
miércoles, 9 de abril de 2008
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1 comentario:
Y hoy -después de todos esos años- a esta hora dignísima de la noche, bendigo el no confundirte con otra.
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