Tengo en mis espaldas
el sonido del tiempo,
el cansancio del esfuerzo
que todavía remonto.
Toda vez que quise
descansarme
en un hombro, algo
lo quebró.
Cómo es el destino
de cada uno?
¿Qué lo determina,
lo condena o
lo premia?
Si nacemos solos
y morimos
solos....
¿Por qué aún
no acepto
mi parte a medias?
Concepción de vida
de caminante sola.-
jueves, 17 de abril de 2008
Gente Moderna (1995)
Sabés lo que querés...
mientras puedas soportarte/sola.
Modernos ideales,
revolución de avanzada,
inquietudes personales...
Triunfantes desafíos
en la UBA,
gloriosa renta mensual
compensa tu desgaste
de ejercicio profesional.
Brillando en tu ficción
aspirás a más,
amores transitorios,
resuelta a descartar.
Ninguno podrá ser
genial como "papá".
Super mujer siglo XXI
vos elegiste cambiar;
ni dependencia,
ni sumisión,
ni represión
ni mandatos
pudiste tolerar.
En la vereda / de enfrente
de tu madre
estás...
Pero un día te cruzaste
con un hombre
"de verdad".
Y ahora , de tu discurso
ya ni te acordás.
Te encuentro
muy preocupada
todos los días,
por los rollitos y
las estrías..
haciendo aeróbic,
buscando soluciones
en la Peluquería.
El tipo genial,
igual a tu papá,
disfruta con los ñoquis
y se vá a pescar...
tiene mucho dinero
y tiene actividad....
Te quiere en casa,
con ruleros,
como los que usaba
"su mamá".-
mientras puedas soportarte/sola.
Modernos ideales,
revolución de avanzada,
inquietudes personales...
Triunfantes desafíos
en la UBA,
gloriosa renta mensual
compensa tu desgaste
de ejercicio profesional.
Brillando en tu ficción
aspirás a más,
amores transitorios,
resuelta a descartar.
Ninguno podrá ser
genial como "papá".
Super mujer siglo XXI
vos elegiste cambiar;
ni dependencia,
ni sumisión,
ni represión
ni mandatos
pudiste tolerar.
En la vereda / de enfrente
de tu madre
estás...
Pero un día te cruzaste
con un hombre
"de verdad".
Y ahora , de tu discurso
ya ni te acordás.
Te encuentro
muy preocupada
todos los días,
por los rollitos y
las estrías..
haciendo aeróbic,
buscando soluciones
en la Peluquería.
El tipo genial,
igual a tu papá,
disfruta con los ñoquis
y se vá a pescar...
tiene mucho dinero
y tiene actividad....
Te quiere en casa,
con ruleros,
como los que usaba
"su mamá".-
Pérdidas (27-10-94)
Como un caracol
me encapsulo...
alguien me indica
un baño de agua y sal.
"Tu aura está muy pegada".
Me sumerjo
en la bañera.
Una intensa nostalgia
se apodera de mí.
La sal de mi laguna
revive mi infancia.
Melancólica, pregunto:
¿A dónde se fueron
mi playa salada,
mi playita blanca,
mi padre
cargándome en "la plancha",
mi agua caliente,
transparente amarillo?
me encapsulo...
alguien me indica
un baño de agua y sal.
"Tu aura está muy pegada".
Me sumerjo
en la bañera.
Una intensa nostalgia
se apodera de mí.
La sal de mi laguna
revive mi infancia.
Melancólica, pregunto:
¿A dónde se fueron
mi playa salada,
mi playita blanca,
mi padre
cargándome en "la plancha",
mi agua caliente,
transparente amarillo?
Para Mario (7-11-98)
El hombre
silenciosamente lee.
Sin pestañear, ni arrogancia,
ni sorpresa, ni interrogación.
Sin rictus alguno, lee.
Sus 42 años, a las 6,10
de la mañana, todavía controla.
Lee sin señales ni signos,
ni asombro, ni arruga.
Lee sin daño,
para no dañarse.
Lee sin símbolos,
para no arrugarse.
El hombre que lee así,
a las 6,10 de la mañana,
es un hombre sabio.-
silenciosamente lee.
Sin pestañear, ni arrogancia,
ni sorpresa, ni interrogación.
Sin rictus alguno, lee.
Sus 42 años, a las 6,10
de la mañana, todavía controla.
Lee sin señales ni signos,
ni asombro, ni arruga.
Lee sin daño,
para no dañarse.
Lee sin símbolos,
para no arrugarse.
El hombre que lee así,
a las 6,10 de la mañana,
es un hombre sabio.-
Acuerdo de Tripas (1995)
Hay inteligencias que se encuentran.
Y visibles máscaras encontradas...
atemorizadas,
máscaras disfrazadas de máscaras,
destinadas a cumplir
esa absurda función de simular
lo indisimulable.
No nos esforcemos
al agobio extra.
¿Cuándo relajarnos,
cuándo apoyar la cabeza
en un lugar blando?
No sabemos nada
que importe de nosotros.
Mucho menos todavía sabemos
si es que existe algo
"que importe" entre nosotros.
Ignoramos todo
acerca del misterio
que nos mantiene vivos.
Ya no me importa saber
si lo merezco;
me basta con saber
que es necesario,
aunque más exacto
es decir Imprescindible:
Para crear algo,
5 minutos de diálogo,
trasnochadas discusiones,
juegos o pasiones,
poemas, canciones,
refugios, proyecciones....
Te costará un cierto costo:
Que nunca me obligues
a enmascararme más.
Una máscara única
me basta
para sobrevivir.
Y a veces -sólo a veces-
encuentro algún oasis
donde respiran mis poros,
y el tórax se expande,
libremente.-
Y visibles máscaras encontradas...
atemorizadas,
máscaras disfrazadas de máscaras,
destinadas a cumplir
esa absurda función de simular
lo indisimulable.
No nos esforcemos
al agobio extra.
¿Cuándo relajarnos,
cuándo apoyar la cabeza
en un lugar blando?
No sabemos nada
que importe de nosotros.
Mucho menos todavía sabemos
si es que existe algo
"que importe" entre nosotros.
Ignoramos todo
acerca del misterio
que nos mantiene vivos.
Ya no me importa saber
si lo merezco;
me basta con saber
que es necesario,
aunque más exacto
es decir Imprescindible:
Para crear algo,
5 minutos de diálogo,
trasnochadas discusiones,
juegos o pasiones,
poemas, canciones,
refugios, proyecciones....
Te costará un cierto costo:
Que nunca me obligues
a enmascararme más.
Una máscara única
me basta
para sobrevivir.
Y a veces -sólo a veces-
encuentro algún oasis
donde respiran mis poros,
y el tórax se expande,
libremente.-
L/Evitación (27-10-94)
Y me anestesio.
No quiero estar presente
cuando el dolor
estalle.
Invento fugas,
cúpulas,
películas,
tiño pantalones
con terracotas,
violetas.
Me disfrazo
de alegre o
de buena.
Le prometo a Girondo
aprender a volar
como su
María Luisa.
Quizá
volando
no me encuentre.-
No quiero estar presente
cuando el dolor
estalle.
Invento fugas,
cúpulas,
películas,
tiño pantalones
con terracotas,
violetas.
Me disfrazo
de alegre o
de buena.
Le prometo a Girondo
aprender a volar
como su
María Luisa.
Quizá
volando
no me encuentre.-
lunes, 14 de abril de 2008
Histeria's game
Histeria’s game (Abril 1994)
Él no me nombra.
Si no somos
Nombrados,
Cómo saber que existimos?
Él
No me dá espacio.
Si no tenemos espacio
Cuál es el lugar?
El juego
Del Príncipe
Es que
La Princesa
Deje el juego
Donde no juega
Y comience
Otro juego
Donde tampoco
Vaya a jugar.-
Él no me nombra.
Si no somos
Nombrados,
Cómo saber que existimos?
Él
No me dá espacio.
Si no tenemos espacio
Cuál es el lugar?
El juego
Del Príncipe
Es que
La Princesa
Deje el juego
Donde no juega
Y comience
Otro juego
Donde tampoco
Vaya a jugar.-
Analogía de la Neurosis
ANALOGÍA DE LA NEUROSIS. (9-04-1994)
Discúlpeme, Príncipe,
Por haberme equivocado
Con Usted.
Producto de mi necesidad,
Efecto de mi carencia,
Ha sido
la visión
De un amor posible.
Fantasía adolescente,
Intento fallido
De resolver la inexorable
Aproximación
A la muerte.-
Discúlpeme, Príncipe,
Por haberme equivocado
Con Usted.
Producto de mi necesidad,
Efecto de mi carencia,
Ha sido
la visión
De un amor posible.
Fantasía adolescente,
Intento fallido
De resolver la inexorable
Aproximación
A la muerte.-
miércoles, 9 de abril de 2008
Llorar a lágrima viva. (de Oliverio Girondo)
Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas, las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas, las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Oda a la Cuchara (Pablo Neruda)
ODA A LA CUCHARA
CUCHARA,
cuenca
de
la más antigua
mano del hombre,
aún
se ve en tu forma
de metal o madera
el molde
de la palma
primitiva,
en donde
el agua
trasladó
frescura
y la sangre
salvaje
palpitación
de fuego y cacería.
Cuchara
pequeñita,
en la
mano
del niño
levantas
a su boca
el más
antiguo
beso
de la tierra,
la herencia silenciosa
de las primeras aguas que cantaron
en labios que después
cubrió la arena.
El hombre
agregó
al hueco desprendido
de su mano
un brazo imaginario
de madera
y
salió
la cuchara
por el mundo
cada
vez
más
perfecta,
acostumbrada
a pasar
desde el plato a unos labios clavelinos
o a volar
desde la pobre sopa
a la olvidada boca del hambriento.
Sí,
cuchara,
trepaste
con el hombre
las montañas,
descendiste los ríos,
llenaste
embarcaciones y ciudades,
castillos y cocinas,
pero
el difícil camino
de tu vida
es juntarte
con el plato del pobre
y con su boca.
Por eso el tiempo
de la nueva vida
que
luchando y cantando
proponemos
será un advenimiento de soperas,
una panoplia pura
de cucharas,
y en un mundo
sin hambre
iluminando todos los rincones,
todos los platos puestos en la mesa,
felices flores,
un vapor oceánico de sopa
y un total movimiento de cucharas.
CUCHARA,
cuenca
de
la más antigua
mano del hombre,
aún
se ve en tu forma
de metal o madera
el molde
de la palma
primitiva,
en donde
el agua
trasladó
frescura
y la sangre
salvaje
palpitación
de fuego y cacería.
Cuchara
pequeñita,
en la
mano
del niño
levantas
a su boca
el más
antiguo
beso
de la tierra,
la herencia silenciosa
de las primeras aguas que cantaron
en labios que después
cubrió la arena.
El hombre
agregó
al hueco desprendido
de su mano
un brazo imaginario
de madera
y
salió
la cuchara
por el mundo
cada
vez
más
perfecta,
acostumbrada
a pasar
desde el plato a unos labios clavelinos
o a volar
desde la pobre sopa
a la olvidada boca del hambriento.
Sí,
cuchara,
trepaste
con el hombre
las montañas,
descendiste los ríos,
llenaste
embarcaciones y ciudades,
castillos y cocinas,
pero
el difícil camino
de tu vida
es juntarte
con el plato del pobre
y con su boca.
Por eso el tiempo
de la nueva vida
que
luchando y cantando
proponemos
será un advenimiento de soperas,
una panoplia pura
de cucharas,
y en un mundo
sin hambre
iluminando todos los rincones,
todos los platos puestos en la mesa,
felices flores,
un vapor oceánico de sopa
y un total movimiento de cucharas.
Atame (de Caetano Nucci)
ATAME
Comer de prisa.
Correr de tanta prisa.
“Pasar” por todo
con susto, volando, no te conozco.
No me conoces.
Todos juntos
Hablando, gesticulando, hablando.
Gritando.
No te veo.
No me ves.
Soledad colectiva.
“High ansiety”.
Ritmo frenético.
La ciudad corre.
El tiempo vuela.
Autos a 200 por hora.
Sandwiches rápidos.
Moteles para rápidos amores.
Viajes cortos.
Dinero corto.
No curto.
No tengo tiempo para
seducir
entonces, secuestro!
Caetano Nucci
Comer de prisa.
Correr de tanta prisa.
“Pasar” por todo
con susto, volando, no te conozco.
No me conoces.
Todos juntos
Hablando, gesticulando, hablando.
Gritando.
No te veo.
No me ves.
Soledad colectiva.
“High ansiety”.
Ritmo frenético.
La ciudad corre.
El tiempo vuela.
Autos a 200 por hora.
Sandwiches rápidos.
Moteles para rápidos amores.
Viajes cortos.
Dinero corto.
No curto.
No tengo tiempo para
seducir
entonces, secuestro!
Caetano Nucci
La primera poesía
A ése poeta que despierta mis sueños
de poesía,
me lo presentó Susanita,
una noche del 93.
Estaba colgado de la puerta,
la puerta de su heladera;
metidas sus frases en papel de servilleta,
era un largo rollo de papel floreado.
Manuscrito en fibra de color,
Aquél título rezaba:
“A esa hora de la noche”
Y fue dignísimo el encuentro….
de poesía,
me lo presentó Susanita,
una noche del 93.
Estaba colgado de la puerta,
la puerta de su heladera;
metidas sus frases en papel de servilleta,
era un largo rollo de papel floreado.
Manuscrito en fibra de color,
Aquél título rezaba:
“A esa hora de la noche”
Y fue dignísimo el encuentro….
El exilio de mí misma
Quiero ver mi casa
aquélla que fué mi casa
al otro lado del charco.
La busco en fotografías,
en Internet, en la memoria.
Es preciso que vea al Oftalmólogo.
Desde mi ventana de hoy,
la calle vacía ,
ni vivos ni fantasmas.
Desde mi exilio
-español-la nada.
Desde este lado del charco
ya no diviso mi casa.
Suprimir
1 – 2 de 2
aquélla que fué mi casa
al otro lado del charco.
La busco en fotografías,
en Internet, en la memoria.
Es preciso que vea al Oftalmólogo.
Desde mi ventana de hoy,
la calle vacía ,
ni vivos ni fantasmas.
Desde mi exilio
-español-la nada.
Desde este lado del charco
ya no diviso mi casa.
Suprimir
1 – 2 de 2
martes, 8 de abril de 2008
Espías de la soledad
Espías que no ven.
Pasan mirando de reojo
intentando adivinar qué hay
detrás de los vidrios espejados.
La música atraviesa las paredes
y el aire se llena de Silvina Garré
por la calle quieta del atardecer
granadino, en Granada Capital.
Curiosidad apocada,
miedo a lo desconocido.
Buenos Aires es casi una zamba,
y ellos no entienden nada.
No estoy sola
en esta soledad sin medida:
Silvina, Jaime Torres,
Hugo Díaz y su armónica, todos ellos
han venido a tomar mate sin facturas
en esta casa tan lejana de la mía.-
Pasan mirando de reojo
intentando adivinar qué hay
detrás de los vidrios espejados.
La música atraviesa las paredes
y el aire se llena de Silvina Garré
por la calle quieta del atardecer
granadino, en Granada Capital.
Curiosidad apocada,
miedo a lo desconocido.
Buenos Aires es casi una zamba,
y ellos no entienden nada.
No estoy sola
en esta soledad sin medida:
Silvina, Jaime Torres,
Hugo Díaz y su armónica, todos ellos
han venido a tomar mate sin facturas
en esta casa tan lejana de la mía.-
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